legado

Hijo, cuando yo ya no esté             

Cuando mi voz no te llegue

Siembra semillas de amor

Por dónde quiera que fueres

 

Si no percibes mi mano,

estrechando la tuya,

Escucha mi voz de lo alto

que aún tus sueños arrulla

 

En noches grises y frías

no cubriré tu candor

ni con cobijas de lana

ni con mi abrazo y calor

 

No jugaré ya tus juegos

mas te cuidaré con amor

desde una estrella lejana 

o al renacer una flor

 

Te entregaré mis banderas

las del Quijote en España

para que cambies el mundo

que con los buenos se ensaña

 

Te entregaré mis tesoros,

monedas de plata fina,

justicia y amor, colores,

de mi arcoiris de vida

 

Hijo, cuando percibas

el recuerdo de tu padre

lucha por lo que tú crees

aunque ya no te acompañe

 

Hijo, te lego el mar,

el cielo y los horizontes

Te entrego un mundo cansado

Haz que en tus hombros repose

 

Y si quisieras rendir

homenaje a mi recuerdo

Lucha por lo que tu crees

Sé siempre noble y sincero

 

Que te duela la tristeza

y el sufrimiento de la gente

que lo sientas siempre tuyo

sin ser cruel ni indiferente.

 

Esto te lego, hijo mío,

mi testamento de amor

construye el mundo que ansío,

¡Yo viviré en tu interior!

Prof. Flavio Cuevas Marín (Dedicado a mi hijo Esteban)