Estimado visitante de esta página: Para nadie es un misterio

que las buenas maneras y urbanidad son disciplinas en lamentable retirada, especialmente para quienes piensan que la modernidad va de la mano con la vulgaridad hacia nosotros mismos y nuestros semejantes.        Desde quien suelta una puerta de batiente sin mirar quién viene detrás en una estación del metro o un banco (con el consecuente golpe al inocente usuario distraído), pasando por el admirador de los sonidos provenientes de su humana fisiología, muchos son los responsables de que Manuel Antonio Carreño y su Manual de Urbanidad estén siendo olvidados, por moros y cristianos. ¿Revivámoslos?

 

 

  • Es el hombre ignorante un ser esencialmente limitado, nulo para los goces intelectuales, cuando recibe las inspiraciones de las ciencias, letras o arte. En la ignorancia tienen su origen la mayor parte de las desgracias que afligen a la Humanidad... Encaminémonos hacia la instrucción  (Principios Generales)

  • Es falta de respeto a la corporación y a las personas presentes, decir palabras violentas o insultos a los contrarios (conducta en una asamblea)

  • Una opinión debe defenderse con calma. El mejor camino para producir el convencimiento es usar las armas del raciocinio, respetando la dignidad personal y el amor propio de los demás. (conducta en una asamblea)

 

Y por favor... saludemos a los demás. El permanecer indiferentes, mirando hacia otro lado o al piso no habla mal de nadie más que de nosotros mismos.

 

...Ah, se me olvidaba... El caballero aún cede el asiento y la dama agradece el gesto, y ambos erradican la grosería del vocabulario, aunque usted no lo crea. Hasta la próxima...